domingo, 12 de octubre de 2008

UN BUEN DOMINGO

He estado tomando unas cañas esta tarde con los amigos Plasencia y cuervo. Cinco, seis cañas. No más. Suficiente para alcanzar ese estado de felicidad contenida y de estirar las lenguas no más de lo conveniente, suficiente para alcanzar el estado en que uno se lo pasa bien, sin haber generado demasiadas expectativas. Un estado de domingo, un domingo alternativo al carrusel deportivo, luchando porque no nos invada el estado depresivo que precede al lunes, contra la máxima universal de que un domingo es un puto domingo, estemos en agosto o en octubre. Esa extraña sensación de pesadez que tienen los domingos, sensación similar al que debe tener el ahorcado en el patíbulo. Lo ves aproximarse y nada puedes hacer contra él, salvo esperar. Esperar o ir a la Escondía a tomar unas cañas. Después, ya en casa, un par de gin tonics… y a esperar al lunes. Mañana será otro día.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precisamente el que fuera domingo ayudó a que las expectativas fueran bajas, lo que mejoró el producto. Pura economía capitalista.
A pesar de la buena tarde, me siguen jodiendo los domingos.

Máximo dijo...

Joíos borrachos...