martes, 10 de noviembre de 2009

HUMANA NO ES!

jueves, 22 de octubre de 2009

¿POR QUÉ?


El sábado pasado, en casa, en Madrid, tomando unos gintonics, con unos amigos. Viendo el Valencia-Barcelona en la Sexta, con el recuerdo de Andrés Montes sobrevolando, todavía. El Valencia, mi equipo desde que tengo uso de razón; le he visto ganar dos ligas, una UEFA, una Copa del Rey, perder dos finales de Champions. He saltado y chillado mil veces de alegría y me ha amargado otros tantos miles días. El sábado pasado empatamos cero-cero contra el Barsa de Laporta, ese hombre que está consiguiendo que la gente deje de ser del Barsa. Cuando juega el Valencia en mi casa lleno las paredes de bufandas, de banderas, de camisetas, si el partido es lo suficiente importante y el ambiente lo suficientemente festivo. Al terminar el partido, mis amigos y yo, salimos a seguir pasándolo bien, porque esa estaba siendo una muy buena noche. No a celebrar el empate, obviamente. Aunque sí que nos llevamos las bufandas puestas; supongo que el alcohol, o la ingenuidad, no me hizo prever lo que podía pasar un rato después.
Lo que pasó después fue, empezando por el final, que en un bar, un tipo que se identificó como ultrasur nos obligó a abandonar el local, a no ser que le diéramos la maldita bufanda. Nada más entrar, se dirigió a mí diciendo que YO iba al bar a provocarcon la bufanda puesta. Al principio le confundimos con el portero del sitio, pero las cosas empezaron a no cuadrar. ¿A Provocar qué? Pensaba yo, incrédulo y anestesiado por el alcohol. Si tú eres del Madrid y nosotros hemos empatado con el Barcelona, qué hay que provocar, qué hay que celebrar. El ultrasur iba subiendo su tono y acercándose más a mi cara. Mis amigos observaban incrédulos, pero al acecho. Lo mejor fue lo que hicimos: retirarnos. El episodio fue bastante más largo y bastante más tenso, pero obviamente no merece la pena gastar más letras. Afortunadamente la coherencia se impuso y nos fuimos del bar; probablente gasté en ese momento la única que me quedaba para el resto de la noche. Salimos: guardé mi bufanda naranja en el bolsillo, momentáneamente.
Y me pregunto para qué, por qué cojones me gustará tanto el fútbol, me pregunto cómo es posible que ese bruto y yo compartamos una misma afición por un balón, me pregunto incluso cómo es posible que estemos hechos de la misma materia. Me pregunto a veces desde entonces por qué me sigue gustando tanto el fútbol, por qué grito, salto, chillo, lloro, brindo. Por qué hay tanto hijoputa por el mundo que lo mismo se pegaría por un balón de fútbol que por cualquier otra cosa con la que no estuviera de acuerdo. Mi bufanda y yo llegamos esa noche, llegamos de día, con poca coherencia y demasiado alcohol.Pero qué cojones. Amunt Valencia. Per sempre. Pero sin hostias. Ni una. Malditas bufandas. Malditos colores.

jueves, 8 de octubre de 2009

AROUND THE WORLD, ESPINETE RULES!!

sábado, 11 de julio de 2009

miércoles, 10 de junio de 2009

viernes, 5 de junio de 2009

NO QUIERO TENER HIJOS

Admito que durante una temporada, de forma intermitente, ha surgido en mi interior un cierto sentimiento paternal, que está siendo rápidamente erradicado por acontecimientos como los que relato a continuación. Continuas conversaciones de mis compañeros de trabajo sobre niños, niñas, tomas, sacaleches, carritos, tamaños, pelo al nacer, pelo en la espalda, la cara de gilipollas que ponen todos cuando alguien del trabajo viene a enseñar a su criatura, y la cara absurda de ponen todos (que ponemos todos, aunque algunos solo la ponemos un rato), y la gente aprovecha esa visita para perder toda la puta mañana y para decir qué cara tan rica tiene, y que sonrosadita está, o qué hermosa. Algunos lo cogen, cuidado con el cuello, y qué rica es. También están los que te enseñan esa ecografía en 4D (y yo que pensaba que lo máximo que permitía el espacio eran tres dimensiones), y que te dicen que se parece a la madre en esa ecografía 4D. Los desayunos con los compañeros de trabajo se limitan a vomitonas, cacas, pedos, eructos, búsqueda de guarderías, remedios para el estreñimiento, y las hormonas, y el embarazo, y que no se te nota nada, y que ya estás recuperada, y que tu vida se reduce a los niños. Y yo dejo perder mi mirada, la pongo en el infinito porque no me interesa nada de lo que están hablando, y se me nota, y me pregunto si vivo en un mundo diferente y yo de momento no quiero eso en mi vida, reitero, de momento no la quiero. Sé que tarde o temprano me veré convertido en uno de ellos; sólo espero no convertirme en ellos.Afortunadamente conozco muchos padres cuyo comportamiento no tiene absolutamente nada que ver con lo relatado anteriormente, pero yo ahora solo quiero hablar de fútbol.

Y mientras, seguimos perdiendo la mañana, que cualquier excusa vale.

Escrito en un momento de rabia.


sábado, 23 de mayo de 2009

CERCANDO

Hoy es otro de esos días en los estoy un poco perdido (perdido) pero me alegro porque cada vez me encuentro más rápido, o quizá cada vez me pierda menos en un lugar- el mundo- donde lo fácil es perderse. Nacho Vegas está sonando, y yo me bebo una Estrella, que el otro día me dijeron que la Mahou tenía una sustancia que hacía que te deshidrataras más y que por eso daba más resaca. El otro día es que tuve una resaca importante después de dos botellines y dos latas de Mahou, y al día siguiente me contaron la leyenda urbana de la Mahou, que yo no me la creo, pero por si acaso me estoy bebiendo una Estrella Damm. Estos días también estoy viendo la serie que creo es la mejor que se ha hecho en años- que haya visto- Mad Men, y leyendo un libro al que puedo también aplicar la frase anterior, Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. También estoy leyendo a Millás. Una semana esta en la que nos han dado una noticia no muy buena, pero que habrá que sobreponerse y seguir buscando, seguir cercando, y seguir contento por algunas cosas, algunas personas, que están lejos pero a la vez están muy cerca.