sábado, 13 de diciembre de 2008

DE CAÑAS CON MARIANO


Los lectores de este blog han decidido por una mayoría considerable que prefieren irse de cañas con Mariano Rajoy por la Plaza del Obradoiro antes que con nuestro querido presidente Zapatero, nuestra querida lavapiesera Pajín o con el señor Guantánamo Aznar por su querido Valladolid. Qué quieren que les diga: lo entiendo. Honestamente, creo que preferiría hablar con Don Mariano del nuevo Madrid de Juande, de la Vuelta a España, o de lo bien que se come en Galicia, que con el resto de ilustres e imaginarios compañeros de partida. Hasta yo mismo me sorprendo de lo que estoy diciendo, pero no me imagino tomarme unas cañas, por ejemplo, con la lavapiesera Pajín, vaya coñazo. No podríamos hablar ni de quién es el presidente de Rusia, mire usté. Con la secretaria de organización del PSOE podríamos hablar como mucho de los vuelos de Guantánamo y también de las cosas de su amigo Pepe (Bono), porque la Pajín siempre se refiere a sus compañeros de partido por su nombre de pila, porque es joven y eso mola. “Lo que ha querido decir nuestro compañero Pepe es que..”. Toma ya, compañero Pepe. Quién le habrá mandado por cierto a Pepe meterse en estos berenjenales de Presidente del Congreso; que tiene más razón que un santo cuando dice que los diputados que no quieren madrugar para ir al Congreso son unos vagos . Si es que tiene cojones, menuda clase política que tenemos. Y luego estaría irse de cañas con ZP. Me quito la careta. En esta segunda legislatura ZP no da una a derechas. Bueno, ni a izquierdas. Perdonen el chiste fácil. Que se tiró el figura ocho meses convenciéndonos a todos de que no había crisis, que no había más que desaceleraciones profundas y ajustes varios en la economía. Bueno. Cierto es que la crisis es mundial pero más cierto es que está afectando a España muchísimo más que al resto del mundo. Algo estaremos haciendo mal. Lo del millón de parados más en un año y el otro millón que nos espera no es para tomárselo a broma. Pero qué vamos a esperar de un gobierno cuya primera medida fue la de los 400 euros. Y así hasta ahora. En fin, yo les voté, que le vamos a hacer. Me da la impresión de que Zeta, de cañas, se dedicaría durante todo el tiempo a convencerme de lo que fuera, de las bondades de su Barça o de las bondades de nuestra economía, a él le da igual, es un político en el más amplio sentido de la palabra. Ahora bien, puntualizo: aunque me fuera de cañas antes con Mariano el del coñazo (El desfile, vaya coñazo, un plan apasionante!), que con Zeta, otra cosa bien distinta sería votar al partido del señor del coñazo y del señor del bigote. Y con el señor del bigote, ni de cañas ni a la esquina.
Vaya clase política de mis cojones.